¡No gracias! Juego de mesa familiar
Autor: Thorsten Gimmler
Editorial: Morapiaf
Número de jugadores: 3-5
Duración de las partidas: 15-30 min.
Edad: +8
Género: Familiar
Complejidad: 1
Dependencia del idioma: Ninguna
Expansiones: NO
Ficha en BGG: https://boardgamegeek.com/boardgame/12942/no-thanks
¡No gracias! Juego de mesa familiar
Desde que descubrimos ¡No gracias! este juego se ha convertido en uno de nuestros habituales para excursiones o viajes con amigos y es que su tamaño compacto, rápida preparación, reglas fáciles y buena dosis de diversión lo hacen perfecto para estas ocasiones.
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Su caja es ligera y muy pequeña, sólo un poco más grande que una típica baraja española de cartas, por lo que sólo requiere un huequecito en el equipaje.
Es rápido y sencillo de explicar (recomiendo enseñarlo jugando unos turnos de prueba, se pilla enseguida), cualidades que suelen atraer tanto a jugones de pro (si les apetece un filler rapidito jugable en cualquier sitio) como a esporádicos de los juegos de mesa.
El objetivo del juego ¡No gracias! Juego de mesa familiar, es acabar con los menos puntos posibles.
La mecánica es la siguiente: en cada ronda habrá una carta visible en el centro de la mesa con un valor entre 3 y 35. Si el jugador al que le toca se la queda, la pone frente a sí y esa carta valdrá tantos puntos al final de la partida como su valor. Si no la quiere, deberá poner una ficha encima y decir “¡No gracias!” (aunque también son válidas otras expresiones menos corteses, pero que enfaticen rechazo a esa carta, el típico “¡Toma, para ti!” funciona bastante bien y espolea un poco la competitividad) y así el “marrón” pasa al siguiente jugador, que deberá tomar la misma elección y así sucesivamente.
Por eso hay que quedarse con pocas cartas y, además, que sean de valores bajos (muy fácil de decir pero mucho más difícil de conseguir). Cuando un jugador no tiene fichas se ve obligado a coger la carta de esa ronda, y cada jugador empieza con 11 fichas.
El jugador que se lleva una carta se queda también con todas las fichas que ésta tenga encima.
Como podréis ver, las fichas iniciales se acaban muy rápido (sobre todo si salen números altos pronto), por lo que no es mala idea llevarse algún número intermedio con algunas fichas frescas.
Por cierto, cada jugador debe procurar mantener en secreto del resto de jugadores las fichas que le quedan (en su puño cerrado, por ejemplo, aunque eso ya no funciona bien cuando te has llevado muchas fichas…).
Además, cuando te quedas una carta y es sucesiva de otra que ya tenías, ya sea por arriba o por abajo, esas cartas se pueden agrupar y sólo puntúa la más baja (por lo que es buena idea quedarse con cartas un número más bajas que las que ya tienes, pero nada impide “hincharlas” un poco de fichas de los contrarios, sobre todo si nadie más la quiere, pero ojo, que al inicio del mazo de juego se sacan 9 cartas al azar que nadie ve, por lo que uno puede esperar un carta “puente” entre dos que ya tiene y no estar en el mazo).
Una vez el mazo de cartas se haya repartido entre los jugadores, se acaba la partida y cada jugador suma los puntos de sus cartas, restándole el número de fichas que le sobren (a más fichas al final, mejor puntuación). Como he dicho, gana el que tenga menos puntos.
Puede parecer confuso, pero una vez se juega las reglas casi se explican solas durante unas pocas rondas ¡No gracias! se puede jugar perfectamente con 3 o 5 personas, pero hemos encontrado que el número ideal son 4, con 5 el juego es un poco más azaroso y con 3 sólo suele haber pique entre dos jugadores y el otro queda libre para ir a la suya.
Se puede jugar una única partida con un ganador, o incluso varias con la regla de que el primero que llegue a cierta cantidad de puntos (y, por ende, pierda), tenga que hacer algo, como pagar las pizzas o lo que se os ocurra.
Muchas gracias a Rubén por su reseña del ¡No gracias! Juego de mesa familiar
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