Los juegos de mesa no sólo proporcionan diversión, sino también aprendizaje. Éste es un aprendizaje significativo, que se basa en la motivación y el interés. Cuando estamos motivados, el cerebro es capaz de aprender mucho más y más fácilmente. En este artículo, te invitamos a descubrir las claves del aprendizaje a través de los juegos de mesa.
En el artículo de juegos de mesa para estimulación cognitiva también ayudan al aprendizaje.
Existen una serie de principios que incluyen todos los juegos que, de alguna forma, recompensan al cerebro y sirven de motivación para el aprendizaje. Estos procesos ocurren, en la mayoría de los casos, sin que seamos conscientes de ellos.
El aprendizaje a través de los juegos de mesa: recompensando al cerebro
1. Recompensan el esfuerzo
Seguramente, nunca antes habías relacionado las palabras juego y esfuerzo. Sin embargo, ambos términos están íntimamente ligados. Si a primera vista no lo advertimos, es porque el esfuerzo que realizamos durante una actividad lúdica disminuye su dificultad gracias a nuestra motivación.
Los juegos de mesa proponen a los jugadores una serie de tareas que deben completar para alcanzar el objetivo final. A medida que se desarrolla el juego, el esfuerzo de los jugadores se ve recompensado con la obtención de puntos, posiciones de ventaja o, finalmente, con la victoria.
Un ejemplo de ello lo tenemos en los juegos de gestión de recursos, donde el azar es sustituido por la estrategia y el buen hacer de los jugadores. Este tipo de juegos exigen un esfuerzo intelectual enfocado a la toma de decisiones. Dicho esfuerzo se ve recompensado con la obtención de una serie de privilegios que permiten a los jugadores prosperar en su misión.
Una de las evidencias del aprendizaje a través de los juegos de mesa es la mejora de los procesos de toma de decisiones. Para ayudar a tus hijos en esta tarea, te recomendamos unos juegos de gestión de recursos clásicos que harán que mejoren su autonomía sin darse apenas cuenta: Carcassonne, Catan y Agrícola están entre los más populares.
2. La incertidumbre
El factor de la incertidumbre es un estímulo que mantiene a los jugadores receptivos durante toda la partida. El saber que pueden aparecer recompensas inesperadas y situaciones inciertas, hace que los jugadores pongan todos sus sentidos en la actividad que realizan.
Algunos juegos de mesa que recurren bastante a la incertidumbre son los juegos de mesa con un componente de azar. Son juegos ideales para fomentar la concentración y la atención de tus hijos sin que decaiga su motivación. El elemento lúdico y la esperanza de que el azar se ponga de su parte, evitará que desestimen la actividad.
Entre los juegos de mesa que incluyen este factor sorpresa encontramos los juegos de cartas como Holmes Sherlock & Mycroft y Legado Perdido: Primera Crónica.
3. Objetivos de corto y largo plazo
La combinación entre diferentes tipos de objetivos es muy estimulante para los jugadores. Los objetivos de distinta naturaleza suponen un aliciente para completar la partida con un alto nivel de motivación.
El planteamiento de objetivos a corto y largo plazo en un juego es un mecanismo muy acertado para que los jugadores no caigan en la desidia. Cada vez que se completa un objetivo, una recompensa está en camino. Este sistema de pequeñas recompensas sembradas a lo largo de toda la partida, evita que los jugadores se impacienten por llegar a la meta final.
En los juegos de mesa de rol, con sus tramas y subtramas, encontramos un buen ejemplo del empleo de este principio. Para los niños, resulta mucho más motivador el aprendizaje a través de los juegos de mesa de rol que mediante la lectura de un libro de texto.
Aquelarre es un juego ambientado en la Edad Media española. Probablemente hará que tus hijos adquieran conocimientos sobre nuestra historia de manera mucho más efectiva. La razón es la capacidad que tiene el juego para mantener el interés de los jugadores, proponiéndoles diferentes objetivos a completar a lo largo de la partida.
4. El equilibrio en la dificultad
Cuando nuestro cerebro se enfrenta a nuevas situaciones, siempre es importante que éstas sean adecuadas a nuestro nivel de conocimientos y destrezas. En el juego, así como en el aprendizaje, es muy importante mantener un equilibrio adecuado en la dificultad. Los retos que nos resultan extremadamente difíciles culminarán en el abandono de la actividad y la frustración. Mientras que, la dificultad por defecto, nos llevará a la desidia y el aburrimiento.
Este equilibrio es esencial para mantener la motivación y los diseñadores de juegos de mesa lo tienen muy en cuenta a la hora de lanzar una propuesta. Es por eso que muchos optan por confeccionar juegos con amplias posibilidades, adaptables a todos los niveles.
Este principio se materializa de dos formas diferentes: la dificultad progresiva y la división por niveles. En el primer caso, el propio juego va dotando a los jugadores de las herramientas necesarias para enfrentarse cada vez a retos más difíciles. En el segundo, se nos presentan diferentes niveles de dificultad entre los que podemos elegir según nuestras capacidades.
Uno de los juegos de mesa que ofrece la posibilidad de jugar por niveles de dificultad es Concept. Este juego pone a prueba tu ingenio hasta puntos inimaginables, pero eres tú el que decide cuándo aumentar la dificultad.
Después de este artículo, no te quedará duda de que el aprendizaje a través de los juegos de mesa es muy eficaz para el desarrollo de tus hijos. Además de los juegos que te recomendamos, en nuestro catálogo encontrarás muchísimos más que cautivarán a cualquiera que se atreva a jugar con ellos.